El reto de adaptarse a la adolescencia, una etapa de desafío y de grandes cambios en todos los niveles, puede verse agravado por la presencia de un problema de salud crónico. Siendo que el asma bronquial (AB) es el diagnóstico más frecuente en las consultas de pediatría y en las urgencias hospitalarias, y que este puede generar un impacto psicológico negativo, tanto en el adolescente como en la familia. Se considera necesario estudiar en mayor profundidad el ajuste emocional ante la enfermedad de la díada cuidador-adolescente. A su vez, conocer el impacto de la enfermedad crónica en el ajuste emocional en la adolescencia. El objetivo principal del presente estudio ha sido analizar las principales características psicológicas, familiares y de ajuste al diagnóstico en la población adolescente con AB y sus cuidadores familiares principales. Para analizar las repercusiones a nivel psicológico que produce el AB, se comparó la muestra de pacientes pediátricos con una muestra de adolescentes normativos. La muestra está compuesta por 450 adolescentes (150 adolescentes con AB y 300 sanos) de entre 12 y 16 años (M=13,61 y DT=1,84), y los 140 cuidadores familiares principales correspondientes a cada uno de los pacientes pediátricos, con edades entre 27 y 63 (M=45,43 y DT=5,03). El diseño de este estudio es de corte transversal y la evaluación se llevó a cabo entre febrero de 2016 a febrero de 2020. Las variables analizadas a través de autoinformes fueron autoestima, bienestar psicológico, psicopatología emocional y comportamental, y estilos parentales en el caso de todos los adolescentes. Además de manera adicional en la muestra de los adolescentes con asma se evaluó la calidad de vida y percepción de amenaza de enfermedad. Por otro lado, se evaluaron el funcionamiento familiar, estrés ante el cuidado, malestar emocional y apego adulto en el caso del cuidador. Los resultados ponen de manifiesto la importancia del papel relevante que tiene la familia en el proceso de adaptación. Un dato que destacar ha sido la buena adaptación a la adolescencia observada en sujetos con AB en comparación a sus iguales sin enfermedad, que podría ser debido al apoyo familiar recibido o a su propia capacidad de crecimiento ante una situación adversa. Es por ello por lo que se observa es que los adolescentes con AB no presentan un peor ajuste emocional en comparación a sus iguales sanos. A su vez, los cuidadores muestran mayores dificultades ante el diagnóstico de los pacientes pediátricos. Por otra parte, existe cierto contagio emocional entre la díada paciente-cuidador. En conclusión, los resultados obtenidos avalan la necesidad de realizar una evaluación como la planteada en el presente estudio, ya que ha aportado información valiosa tanto como para tener una mayor comprensión sobre el estado de la adaptación de estas poblaciones (adolescentes y cuidadores) al diagnóstico de AB, como por el hecho de que se ha aportado información relevante que ayuda a comprender la necesidad de llevar a cabo intervenciones para mejorar el bienestar emocional y la calidad de vida del sistema familiar, por tanto, resulta de gran importancia el trabajo desde un punto de vista multidisciplinar. Para conseguir una adecuada adaptación al diagnóstico, sería interesante desarrollar y promover programas de prevención y/o intervención sobre tres focos distintos: en los profesionales que trabajan diariamente con ellos, en los cuidadores familiares, y en los propios sujetos con AB. Sería interesante realizar programas de apoyo para estos adolescentes, donde se refuercen positivamente las características psicológicas que promueven una adecuada adaptación, así como desarrollar estrategias de afrontamiento que refuercen su capacidad de hacer frente a las situaciones socialmente adversas a las que pueden verse expuestos.

The challenge of adjusting to adolescence, a time of challenge and great change at all levels, can be compounded by the presence of a chronic health problem. Bronchial asthma (BA) is the most frequent diagnosis in paediatric consultations and hospital emergency departments, and this can have a negative psychological impact on both the adolescent and the family. It is considered necessary to study in greater depth the emotional adjustment to the illness of the caregiver-adolescent dyad. At the same time, the impact of chronic illness on emotional adjustment in adolescence needs to be studied. The main objective of the present study was to analyse the main psychological, family and adjustment to the diagnosis in the adolescent population with AB and their main family caregivers. To analyse the psychological repercussions of AB, the sample of paediatric patients was compared with a sample of normative adolescents. The sample is composed of 450 adolescents (150 adolescents with AB and 300 healthy adolescents) aged 12-16 years (M=13.61 and SD=1.84), and the 140 primary family caregivers corresponding to each of the paediatric patients, aged 27-63 (M=45.43 and SD=5.03). The design of this study is cross-sectional, and the evaluation was conducted between February 2016 and February 2020. The variables analysed through self-reports were self-esteem, psychological well-being, emotional and behavioural psychopathology, and parenting styles in the case of all adolescents. In addition, quality of life and perceived threat of illness were also assessed in the sample of adolescents with asthma. On the other hand, family functioning, caregiving stress, emotional distress and adult attachment were assessed in the case of the caregiver. The results show the importance of the important role of the family in the adaptation process. A noteworthy finding was the good adaptation to adolescence observed in subjects with AB compared to their peers without the disease, which could be due to the family support received or to their own capacity for growth in the face of an adverse situation. This is why it is observed that adolescents with AB do not show worse emotional adjustment compared to their healthy peers. At the same time, caregivers show greater difficulties when faced with the diagnosis of paediatric patients. On the other hand, there is some emotional contagion between the patient-caregiver dyad. In conclusion, the results obtained support the need to carry out an assessment such as the one proposed in this study, as it has provided valuable information both to gain a better understanding of the state of adaptation of these populations (adolescents and caregivers) to the diagnosis of AB, as well as the fact that it has provided relevant information that helps to understand the need to carry out interventions to improve the emotional well-being and quality of life of the family system, therefore, it is of great importance to work from a multidisciplinary point of view. To achieve an adequate adaptation to the diagnosis, it would be interesting to develop and promote prevention and/or intervention programmes on three different focuses: on the professionals who work with them on a daily basis, on the family carers, and on the subjects with AB themselves. It would be interesting to carry out support programmes for these adolescents, where the psychological characteristics that promote adequate adaptation are positively reinforced, as well as developing coping strategies that reinforce their ability to cope with the socially adverse situations to which they may be exposed.