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El presente trabajo aborda la relevancia del tratado más emblemático de derechos sociales (la Carta Social Europea) en el marco de la actual crisis del Coronavirus. En este sentido, el apartado primero critica los agravios iniciales que se plasmaron en la Carta originaria de 1961, los cuales continúan sorprendentemente invocándose desde posiciones reticentes para evitar la evolución y consolidación del sistema de la Carta. El segundo apartado se centra en la Carta Social como 'Constitución Social de Europa' a través de la efectividad de su propio sistema garantista y su autoafirmación, tanto en el seno del Consejo de Europa (particularmente, en su relación con el Convenio Europeo de Derechos Humanos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos) como con respecto a la Unión Europea (señaladamente, en comparación con sus instrumentos más significativos -pero más débiles- sobre derechos sociales y con el Tribunal de Justicia). A continuación, los apartados tercero y cuarto analizan, sucesivamente, la Carta Social europea como parte del sistema global de derechos humanos y del sistema constitucional de derechos fundamentales. Por último, el apartado quinto incluye unas reflexiones sobre la Carta Social como baluarte continental para los derechos sociales y pilar del Modelo Social Europeo en el contexto de la pandemia de Covid-19.
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