Pese a su cuidada falta de sistemática, el animal, el que somos y con los que convivimos, es un tema central en Nietzsche. La primera parte de la tesis es “La crítica de la Razón impura”. Un análisis epistemológico de la validez del conocimiento racional para la vida; en el fondo, una elección moral. El lenguaje refuerza al hombre como especie frente a otros animales. La segunda parte, “Construyendo al animal”, aborda la relación entre naturaleza y cultura. El animal es una construcción cultural de un hombre que se desconoce, que se siente inseguro y construye un muro: el de la dignidad humana, un muro especista. El olvido es el guardián de ese templo de la dignidad humana. La tarea creativa que incumbe al hombre (el animal que está por fijar) pasa por preparar los animales para el superhombre: Der Übermensch, esa figura manipulada que no es otro que el hombre avergonzado por su traición a los seres vivos. La mayor blasfemia será negar la tierra; la tarea, recuperar su sentido; Der Erkenntis Mensch, hombre histórico cuya única relación con los animales es la de dominio: Nietzsche, filósofo de la alteridad. La religión ha causado la invisibilidad y extrañamiento de lo animal, produce un hombre enfermizo, escindido, revuelto contra sus instintos más valiosos, frente al que Nietzsche detalla su bestiario de animales libres e inocentes. La tercera parte se titula “La genealogía de la Justicia”: El animal que calcula, juzga y castiga. El origen de la justicia se desvela inconfesable a través del método genealógico. La relación del ordenamiento jurídico con los otros seres vivos es problemática. La justicia y el derecho son instituciones del hombre al servicio de su conservación como especie; éste ha sacrificado a la naturaleza en el altar de la seguridad jurídica, en una justicia que no es más que venganza. En la tesis proponemos la inversión de la carga de la prueba, un problema de fundamentación. planteamos dos preguntas desde una perspectiva política que cuestiona los bastiones fundamentales de la democracia como igualdad, ciudadanía y sostenibilidad: los derechos humanos, como los derechos del otro ¿Comprende a los animales? ¿son los derechos de los animales la última frontera? Un reto en una cultura obsesionada por la razón y el lenguaje, cuyo único agente es un hombre especializado y especista que no ve ni comprende la alteridad animal: los otros seres vivos no son sujetos sino objetos de derecho. Nietzsche no es un recetario de soluciones, nos invita a vivir en lo incierto del vielleicht. El derecho básico es el derecho a valorar, a transvalorar, en una apuesta por lo vivo y su inocencia. No hay emancipación del hombre sin recuperar al animal. Solo recuperando su lado animal y su relación con los otros animales, el hombre estará completo, vivo, sano, fuerte y creador, dispuesto a hacer justicia a los invisibles de la tierra. El animalismo como nuevo humanismo. Los derechos humanos no serán sin los derechos de los otros animales. El largo camino de los derechos comienza por una ampliación de sus sujetos.