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El festival Tercera Setmana resultaba una muy buena ocasión de ver destacados espectáculos de teatro de calle. Sin embargo, me da la sensación de que pasó en parte inadvertido y sólo el azar favoreció el encuentro con los espectadores. Tal vez las fechas no sean las más adecuadas, tal vez deba perfilar su identidad, su estilo y su oferta. En cualquier caso, parece una cierta oportunidad perdida. Espero que el resultado no sea una discreta desaparición como ha pasado tantas veces, o la resignación en la endogamia, sino que persista y se consolide y se convierta en una cita ineludible del calendario teatral de la ciudad de Valencia. |