En este trabajo vemos el ejemplo de la ayuda brindada por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) al grupo de profesores de derecho, que, lejos de sus cátedras en España, acabarán vinculándose a sus aulas. Ellos contribuyeron a complementar y desarrollar la ciencia jurídica del país que les acogió. Su presencia perdura no sólo entre sus discípulos, sino entre los alumnos de éstos y, más todavía, a través de su obra. La innovación de este trabajo es la valoración conjunta del exilio jurídico universitario mediante el método comparativo. Por una parte, la pérdida intelectual y científica de los profesores republicanos exiliados del área jurídica y su vinculación con la UNAM y, por la otra, la reconstrucción de la disciplina en España durante el franquismo que se hizo gracias a diversos grupos cercanos al régimen. En este trabajo se estudia el destino de algunas de las cátedras españolas de derecho que los profesores republicanos, catedráticos y auxiliares o ayudantes dejan debido al forzoso destierro. Todo ello, con el fin de sopesar el nivel científico que se perdió en las universidades españolas y valorar el que recibieron en México. Una de las aportaciones de este trabajo es el nuevo conocimiento sobre las dificultades de los exiliados para retomar sus carreras académicas y alcanzar plazas equiparables a las que habían perdido en España. Para las figuras universitarias consagradas quizás pueda hablarse de cierta influencia y prestigio al llegar a México -aunque algunos tardaron en conseguir puestos similares a los que habían tenido-. Los profesores a las puertas de alcanzar la cátedra aportaron una excelente formación y experiencia docente. Las incorporaciones a la UNAM no fueron fáciles. Los profesores se fueron adaptando con unas clases semanales, hasta que luego de cierto tiempo consiguieron una plaza parecida a la que les habían arrebatado en España. La intensa actividad docente, profesional e investigadora de los exiliados germinó en el continente americano de mitad del siglo XX. Dentro de la tragedia del destierro, los universitarios exiliados conservaron la vocación y la pasión del trabajo, lo que produjo un intercambio con las universidades iberoamericanas a las que complementaron y contribuyeron a desarrollar. Este trabajo ha requerido de viajes a México para consultar los expedientes localizados en los Archivos de la UNAM. Contienen una información valiosa sobre la carrera académica de los profesores y esto nos ayuda a abordar la vida universitaria de los exilios. También aportan datos sobre la formación profesional de los profesores exiliados, su ingreso a la UNAM. Tal riqueza de datos ha permitido elaborar análisis y estudios de aquellos profesores que, gracias al apoyo institucional y a pesar del exilio, pudieron desarrollar carreras brillantes y fecundas. El artículo es un esfuerzo de análisis conjunto del grupo de juristas que se incorporó a la UNAM. La autora revisó la documentación mexicana de los 15 juristas exiliados abordados en el artículo y los expedientes de las oposiciones para nombrar a los sucesores de quienes ya eran catedráticos en España.